Si eres dueño de un retail de repuestos Toyota en Venezuela, seguro sabes que uno de los dolores de cabeza más comunes de tus clientes es el alto consumo de gasolina. En tiempos donde cada litro cuenta, orientarlos correctamente sobre qué piezas influyen directamente en el rendimiento del combustible puede convertirte en su proveedor de confianza.
Las cuatro piezas clave que no pueden pasarse por alto
1. Filtros de aire
Un filtro de aire sucio restringe el flujo de oxígeno hacia el motor. Eso obliga al vehículo a “respirar con dificultad”, haciendo que consuma más combustible para generar la misma potencia. En otras palabras, es como correr un maratón con tapabocas. Recomiéndales a tus clientes cambiar el filtro con la frecuencia indicada por Toyota: suelen ser intervalos de entre 10.000 y 15.000 km, según las condiciones de manejo.
2. Sensores de oxígeno
Estos sensores monitorean la mezcla aire-combustible y envían información a la ECU (unidad de control del motor) para ajustar la inyección. Un sensor defectuoso puede provocar mezclas demasiado ricas o pobres, aumentando el consumo hasta en un 20%. Con un simple scanner OBDII tus clientes pueden detectar irregularidades y así venderles el reemplazo correcto.
3. Bujías
Aunque parecen un detalle menor, unas bujías en mal estado generan chispas débiles o intermitentes, lo que se traduce en combustión incompleta. Eso no solo dispara el consumo, sino que puede terminar dañando el convertidor catalítico. Un consejo clásico: si la bujía está negra o húmeda, es hora de reemplazar.
4. Inyectores
Los inyectores obstruidos o que gotean pierden precisión en la pulverización del combustible. Resultado: más gasolina quemándose de forma ineficiente. Ofrecerles a tus clientes kits de inyectores nuevos o incluso servicios de limpieza especializada puede ser una venta adicional que marque la diferencia.
¿Cómo impacta todo esto en el bolsillo del conductor?
Basta un filtro obstruido o un sensor de oxígeno fallando para que el consumo aumente significativamente. En un vehículo que debería dar 50 km por galón, podría bajar fácilmente a 40 o menos. Multiplicado por los recorridos habituales de tus clientes —taxistas, transportistas, repartidores— hablamos de un gasto mensual que crece sin que se den cuenta.
Además, un motor forzado por piezas en mal estado tiende a desgastarse más rápido. Eso significa más reparaciones mayores a mediano plazo. Y allí, claro, tus repuestos seguirán siendo esenciales, pero siempre será mejor para la confianza del cliente que los ayudes a prevenir antes que lamentar.
El valor de educar al cliente
Como mayorista de repuestos Toyota, en CEGA sabemos que tu éxito depende en buena parte de la confianza que tus clientes tengan en tu asesoría. Enseñarles que mantener filtros, sensores, bujías e inyectores en óptimas condiciones no solo cuida el motor, sino también el bolsillo, es una estrategia que se paga sola.
Recuerda: vender un repuesto es importante, pero ayudar a tus clientes a entender por qué lo necesitan garantiza que siempre vuelvan a ti.